No siempre se llega a tercera base.

¡Primer entrenamiento de Baseball!

Llegué casi casi a la hora, pero no me preocupé mucho, porque iba con la entrenadora y si ella iba tarde... bueno, no podía pedirle a nadie que llegara temprano.
Es un equipo solo de chicas, así que es medio complicado el asunto. Todas se creen secas y se las dan de profes, pero bueno. No hay mucho que hacer al respecto. Me impresionó caleta ver que la mayoría eran mujeres mayores. Bien mayores de hecho.

Y para mi sorpresa, la que yo creía entrenadora, no era entrenadora. Era la capitana.
El entrenador, era un cubano más rico que el pan con chancho. Ustedes me entienden.
Alto, buen físico, moreno, ojos azules, una voz grave con un acento tan sexy, que si no hubiera estado con El Walesko, me ofrezco care'raja.

Pero no, me comporté como una lady.

Partimos con un calentamiento suave, seguimos con el entrenamiento de atajar y lanzar. Descubrí que no soy tan mala como pensé. En lo que sí di bastante lastima fue en el bateo... faltó poco para que le sacará la cabeza a alguien.

Le Walesko me decía todo el rato que pensara en cabezas de zombies, pero me daba tanta risa que no toqué nunca la pelota.
Quedé altiro en el equipo, así que oficialmente soy una Loba más.
La próxima práctica me entregaran mi bello equipo y a finales de septiembre jugaremos un campeonato. Así que vamos, que si esta vez no logré destacar en bateo, la próxima si lo haré.